Una muchacha pobre, despreciada y perseguida por los que la rodean, triunfa al casarse con un marido rico y poderoso. Sin embargo, algo mucho más profundo subyace bajo esa bonita historia, que en su época escandalizó a los críticos victorianos: su rechazo anticristiano de aceptar las formas, costumbres y convenciones de la sociedad, es decir, su feminismo rebelde.