El "pequeño": centelleo de agonía, de la muerte, centelleo de una estrella muerta, relámpago del cielo anunciando la muerte -belleza del día al crepúsculo bajo las nubes bajas, chubasco ahuyentado por el viento-.
Duermo y sueño. Desnudo al lado de una chica que me ha procurado desenfrenados goces desgarradores: tal como los recuerdo ahora, fuera del acceso, lo que es la conciencia de un sueño penoso. Mi sueño responde al estado de estrella muerta en el que me encuentro, la estrella muerta luce todavía a lo lejos, pierde sus rayos en una inmensidad viviente: y yo cuento mi muerte...
Qué estúpida sería mi historia sin el sucio y vergonzante "pequeño", cuando todavía ayer podía acostarme, llorar, delirar de vergüenza. ¿Cómo gritar el horror de lo que sólo fue ayer?
Georges Bataille (Billom, Clermont-Ferrant, 1897 - París 1962), tras una breve adhesión al surrealismo, desarrolló una actividad literaria multiforme, que va desde la poesía hasta la filosofía, de la novela ala sociología, cuyos temas de fondo son el erotismo, la pornografía y la violencia entendidos como una experiencia mística "sin Dios". Bataille se yergue así como uno de los principales representantes del género del mal del siglo veinte. De sus ensayos cabe recordar La experiencia interior (1943), El culpable (1944), El erotismo (1957), La literatura y el mal (1957) y de las novelas, Historia del ojo (1928), El cura (1950) y El azul del cielo (1957).