"Opciones para el desastre" es una celebración, es devorarse a uno mismo para trascender. La poesía de Andreu Cunill Clares es un antídoto para el derrotismo, provenga del interior de las entrañas o sea una serpiente que se acerca amenazante en un desierto. Es un canto al espíritu más primitivo y salvaje para resarcirse de una humanidad en hibernación.
«Estos poemas son soldados de la religión del hombre, como le gustaría decir a Whitman, que en las trincheras del dolor y el amor nos enseñan a sobrevivir. No hay pocas referencias a lo espiritual y lo religioso en estos versos, pero es la religión de una secta descreída, bañada en el sudor del aburrimiento, con fieles apretujados entre el limo que los creó, temerosos de la revelación, con una fe de casa de empeños». Ferran Pontón.