Treinta y cinco años contaba Khalil Gibran en el momento de escribir El loco, pero a sus espaldas llevaba un amplio y rico bagaje cultural adquirido en Líbano, Estados Unidos y Francia. Letras y pintura, conversaciones y lecturas, drogas y alcohol, junto con un espíritu inquieto, constituían ya por entonces el universo de un autor único en el mundo árabe, portavoz una generación sin par, la de La Emigración (al-Mahar). Moderna pero deudora de ancestrales tradiciones literarias orientales.
Escrito con una prosa única, impregnada de misticismo poético, en El loco se funden los géneros breves y la narración larga, la lírica y la prosa reflexiva.
Un libro imprescindible en la literatura del siglo XX.