Noroeste, el séptimo libro de poemas de Luis Suñén, es una suerte de reflexión acerca de las cosas de la vida, una mirada sobre lo que sucede alrededor —«mitad beso, mitad lágrima», como escribiera Edward Thomas— y la forma en que todo se convierte en parte de nosotros mismos. Así, el paisaje cotidiano, la visión a veces perpleja de una naturaleza —la lluvia, el mar, la niebla— que es también revelación, el paso del tiempo o el encuentro del casi creyente con lo que va pareciendo una presencia real.
De su anterior libro, Volver y cantar, escribió Antonio Muñoz Molina: «Luis Suñén, que tanto sabe de música, escribe con un fraseo contenido y quebrado, que se corresponde muy bien con su pudor expresivo, con su deriva entre el escepticismo y la creencia, entre la confesión y la elipsis».