Durante su apogeo, el circo americano fue la mayor industria del espectáculo que el mundo hubiera visto nunca. Desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, los circos ambulantes ofrecieron actuaciones para un público de hasta 14.000 espectadores, dieron trabajo a 1.600 hombres y mujeres y atravesaron el país en ferrocarril con un recorrido total de 32.000 kilómetros en una única temporada. Espectáculos en los que aparecían hombres-bala desafiando a la muerte, superhéroes forzudos, aspirantes a estrella ligeras de ropa, valientes domadores de fieras, entre otros sorprendentes personajes estrafalarios, que atraparon la imaginación americana y eclipsaron al teatro, el vodevil, la comedia y los espectáculos burlescos de la época.
Este libro proyecta nueva luz sobre el fenómeno del circo. Con joyas fotográficas de los primeros artistas circenses, así como pósteres originales, litografías, grabados y carteles de barracas de feria del siglo XVI al XIX que ilustraban los orígenes del circo en todo el mundo, los lectores se ven transportados a un mundo de emoción y habilidad, valor y glamour. Entre las más destacadas encontramos imágenes circenses emblemáticas de fotógrafos como Mathew Brady, Cornell Capa, Walker Evans, Weegee y Lisette Model, además de otras poco conocidas de Stanley Kubrick y de Charles y Ray Eames.