Flâneur y fotógrafo, Eugène Atget (1857-1927) estaba obsesionado con pasear la ciudad. Después de probar suerte con la pintura y la interpretación, se decidió por la fotografía y se trasladó a París desde Libourne, su localidad natal. Realizó estudios para pintores, arquitectos y escenógrafos, pero quedó cautivado por lo que calificó como “documentos” de la ciudad y sus alrededores. En sus escenas, que raramente incluían a personas, mostró predilección por la arquitectura, los paisajes y los artefactos que dan forma al escenario social y cultural.
Atget no fue particularmente conocido en vida, pero durante la década de 1920 y gracias a Man Ray llamó la atención de la vanguardia dadaísta y surrealista. Cuatro de sus imágenes, con su particular fusión de mímesis y misterio, aparecieron publicadas en la revista surrealista La Révolution Surréaliste, al tiempo que Ray y otros miembros de su círculo artístico compraban fotografías suyas. Su fama creció después de su muerte, cuando se le dedicaron varios artículos y una monografía firmada por Berenice Abbott. Fotógrafos de la talla de Walker Evans y Bill Brandt han reconocido desde entonces su deuda con Atget.
Esta nueva obra de TASCHEN reúne alrededor de 500 fotografías procedentes de los archivos de Atget en homenaje a su formidable talento para fotografiar paisajes urbanos y evocar un París ya desaparecido. Recorriendo avenidas y callejuelas, parándose en iglesias y tiendas, a través de patios y soportales repartidos por los 20 distritos de París, nos encontramos con un retrato único de la ciudad y con el nacimiento de un maestro de la fotografía moderna.