Seis años después de la muerte de su padre, Hugo contacta con su antiguo profesor de escritura creativa para terminar la novela inacabada de Jacob. A medio camino entre la fábula y el relato autoficticio, el narrador de Las discípulas, desconfiando de una obra inverosímil, inicia una investigación obsesiva sobre los personajes y lugares de la historia. Su vida, que ha sido sustituida por un mundo de cartón, se transformará en una pesadilla inaguantable: su mujer lo echa de casa al descubrirle una infidelidad y pierde su trabajo. Desquiciado, vagabundeando por las calles de Madrid, no encuentra la puerta de salida del caos en el que vive. Además, cierta noche conoce a Rebeca Linares, una psicóloga que ha sido testigo de la violencia del terrorismo, y se entusiasma con su pasado y atractivo físico.