Los niños y niñas de Bañuelos no habían visto nunca el mar y, en enero de 1936, su maestro los animó para que lo imaginasen y lo describiesen. El resultado fue un cuaderno monográfico sobre la inmensidad azul. «El mar será muy grande, muy ancho y muy hondo». Así es como se imaginaba el mar uno de los niños de este pueblecito de Burgos. Las descripciones se repetían: «El mar será...», «El mar será...».
El maestro Antoni Benaiges, que revolucionó su escuela dando la palabra a sus alumnos con la ayuda de la imprenta Freinet, les prometió que irían a Mont-roig del Camp, en casa de su familia, para verlo por primera vez y así poder decir: «El mar es...», «El mar es...».
Pero el sueño de aquellas criaturas y la promesa del maestro quedaron truncados para siempre el 18 de julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil.
Esta novela relata la historia de una promesa que no se pudo cumplir.