Las montañas Ozarks son un territorio mítico en el imaginario norteamericano: un lugar en el que desde mediados del siglo xx se encontraban aquellos que huían de las imposiciones de la sociedad, de la ley, del dinero o de sí mismos. Así, en apenas unas décadas, en ese paisaje abrupto y agreste se congregaron fugitivos y hippies, baptistas y ufólogos, aventureros y estafadores…
Hoy en día, las montañas Ozarks son incluso parte del show business gracias a series de gran audiencia como «Mountain Men» (Canal Historia) o «The Ozarks» (Netflix), pero cuando en los años setenta Sue Hubbell se fue a vivir allí, aquello era un territorio bastante más salvaje (en todos los sentidos). Como tantos otros, Hubbell llegó tratando de huir de una vida regida por los salarios, los horarios y eso que llamamos «el sistema». Era imposible, por supuesto, y no tardó mucho en darse cuenta. Pero la vida que encontró para sí misma en ese lugar fue mucho mejor que la que andaba buscando. En cierto modo, este libro es el relato de esa búsqueda frustrada y lograda al mismo tiempo, narrado con una inteligencia, un humor y una luminosidad desbordantes. Así, si en su primer libro publicado en castellano, «Un año en los bosques», la autora ahondaba en su relación personal y espiritual con la naturaleza circundante, en «Desde esta colina» intenta entender qué la ha llevado hasta ese recóndito paraje y qué la hace quedarse. Por supuesto, la descripción de la belleza natural sigue presente, pero en estas páginas se liga con el relato (a veces conmovedor, a veces disparatado) de sus vivencias con un buen número de excéntricos o sabios vecinos y conocidos, los indómitos habitantes de las Ozarks. Pocos escritores han dado cuenta tan bien de la belleza, los detalles y el tempo de una vida alejada de las ciudades, con todo lo bueno y lo malo, el placer y la exasperación, que supone cambiar el asfalto por el estiércol. Una escritura que ha convertido a Sue Hubbell en una autora admirada en todo el mundo.