Albert era un dragón que vivía en una cueva hace muchos años. Su vida era sencilla: comer, dormir y tomar el sol. Y es que Albert tenía una particularidad que le diferenciaba de los otros dragones, era vegetariano. Hasta que un día, al dar un paseo por los alrededores de la cueva, conoció a Tony, un niño travieso y simpático, hijo de unos granjeros. Tony y Albert se hicieron amigos enseguida y juntos vivieron emocionantes aventuras. ¡En este libro se cuentan algunas!