Malala Yousafzai es pakistaní y musulmana. Desde que tenía once años, denuncia a los integristas musulmanes que consideran que la escuela no es un lugar para las niñas. En un intento de hacerla callar, incluso le llegaron a disparar.Por suerte, Malala consiguió sobrevivir y hoy, galardonada con el premio Nobel de la Paz, continúa luchando incluso con más fuerza para que todos los menores de edad puedan ir a la escuela, ya sean niños o niñas, pobres o ricos. Al final del libro se presenta un cuaderno que recoge documentos sobre su vida. «Volver al colegio me hace muy feliz. Mi sueño es que todos los niños en el mundo puedan ir a la escuela porque es su derecho básico».