A pesar de tener apariencias variadas y utilizar palabras diferentes, las religiones manifiestan una única verdad, común a todos los hombres. Tal es la concepción religiosa del neopitagórico Plutarco que con su De Iside et Osiride ha rescatado para la posteridad los secretos de los misterios iniciáticos de Isis y Osiris.
Gran viajero, conoció Italia, Grecia y Egipto donde frecuentó las escuelas de misterios. Imprescindible para comprender el espíritu egipcio, esta obra se ha convertido en uno de los textos básicos del esoterismo occidental.