Bizancio era el nombre de la modesta colonia griega del siglo VII a de C. que, por voluntad del emperador Constantino, se convirtió en el siglo IV de nuestra era en la capital del Imperio romano con el nombre de Constantinopla, asumiendo desde entonces un papel estelar en todos los aspectos del mundo civilizado hasta su caída, a mediados del siglo XV, en manos de los tucos otomanos. El complejo marco greco-helenístico será la base socio-económica del mundo bizantino, mundo que a lo largo de un milenio será ambicionado, odiado, admirado y copiado por los pueblos limítrofes, pueblos que vieron siempre en él un centro de decisión político, económico y cultural de primera magnitud, poseedor de la filosofía, las ciencias, las artes y las técnicas del mundo clásico. Esta es una acertadísima guía introductoria para iniciar a los lectores en uno de los más complejos y ricos universos culturales.