Mis amigos llevan toda la vida diciéndome que debería escribir un libro, porque siempre me están pasando unas cosas muy raras. ¡Parece que atraigo cualquier tipo de situación absurda! Y si me pasan cosas extrañas hasta cuando estoy haciendo la compra en el súper, no os quiero ni contar cuando a mis veintinueve años largos y, después de una relación de más de siete, volví a la soltería. No había un solo día que saliera de fiesta que no fuera una aventura digna de ser compartida, y ni un solo domingo por la tarde en el que no se me abrieran diez ventanas de chat para pedirme el parte de novedades de ese fin de semana. Hasta que me dije ?Quizá sí que debería escribir ese libro. Al fin y al cabo, está claro que el contenido y la expectación ya los genero?.