Conocer lo que puedes controlar y lo que no, intentar llevar una vida plena. Definir la persona que queremos ser. Cualquiera que se acerque a los textos recogidos en esta obra descubrirá que la contemplación del mundo implica un conocimiento activo 02013;los ejemplos de Epicteto están extraídos de la vida cotidiana02013;, que contemplar es, en un sentido muy literal, ver, y ya se sabe que no hay peor ciego que... El ejercicio contemplativo lleva al conocimiento y éste a la la serenidad de espíritu y, en última instancia, a la felicidad. Ésta, como la libertad, radica en el reconocimiento de las propias limitaciones, en la asunción voluntaria y consciente del destino.Porque lo que está en juego en esta vida no es el poder, sino es el conocimiento y la sabiduría que conduce a la autonomía individual. A ser uno mismo. Un auténtico Manual de vida, un conmovedor llamamiento a la sensatez y a la supervivencia.