En un mundo como el actual los historiadores necesitan un enfoque global; pero eso no se consigue con una simple extensión del campo examinado en las viejas historias de estados y naciones, sino que requiere métodos nuevos, adecuados al estudio de los grandes problemas de nuestro tiempo. Sebastian Conrad examina aquí el desarrollo de las distintas visiones de la historia mundial, desde Herodoto o Ibn Jaldun hasta Toynbee, McNeill o Wallerstein, y las respuestas recientes —historia comparada, transnacional, postcolonial, de la globalización…— para proponernos los fundamentos de un método nuevo que puede aplicarse a cualquier espacio y a cualquier período, y que va más allá del análisis de las conexiones, hacia el estudio de la integración y de la causalidad, elevada a un nivel global. Como ha dicho Sven Beckert: «este libro es una importante contribución a una de las más nuevas y prometedoras corrientes de la historia».