En la calle Güell de Barcelona, encima de un Lexus, encuentran la cabeza cortada de una mujer. Y el resto
del cadáver no tarda en aparecer, arrastrado por un Seat Toledo. Lo han atado con una cuerda al coche mientras éste
estaba aparcado, y el cuerpo ha quedado oculto bajo el camión de reparto que tenia detrás. Las primeras investigaciones
de los Mossos de Esquadra apuntan a un caso relacionado con las bandas latinas, una prueba macabra o una brutal manera
de ajustar cuentas.