El capitalismo ha alumbrado a quienes nos han traído el ferrocarril, Internet o la farmacología moderna, pero también ha dado paso a los Madoff, las burbujas inmobiliarias o bursátiles, las pirámides financieras y las pulseras holográficas. ¿Cómo es posible que la Torre Eiffel se haya vendido en dos ocasiones? ¿Que se hayan comprado terrenos en países que no existen? ¿Que se permitan los excesos de aquellos que tienen más dinero que sentido común? ¿Que alguien pueda hacerse pasar por otra persona para cobrar una herencia y ni su propia madre le reconozca? Lobos capitalistas ofrece una galería fantástica de historias de éxito, fracaso y locura, que muestran las fragilidades de la economía de nuestros días y ponen de relieve lo apropiado del escepticismo, especialmente cuando se trata de lidiar con los asuntos del bolsillo.