A pesar de estar escrita como una narración, la historia de El Espresso y la de sus protagonistas es real en el mejor sentido de la palabra. Este libro nos muestra cómo un David enfrentado al Goliat corporativo triunfa centrándose en lo que es el corazón de todo buen negocio: el respeto a los clientes, la confianza en los empleados, la pasión en torno al producto y unos beneficios razonables.
Una taza de café llega en un momento en el que todos aspiramos al retorno a unas reglas del juego más honestas, reglas que precedieron a la manipulación contable y a la pura codicia que forman parte cotidiana de los titulares hoy en día.