Continuando con su análisis de los cambios en la democracia y los valores relacionados con ella,
Rosanvallon se ocupa en este ensayo de la variación que ha experimentado el ideal de igualdad desde la década de 1980.
La «sociedad de los iguales», surgida tras los procesos revolucionarios del siglo XVIII, destacaba aquello común a los
individuos, aquello que los igualaba. Por el contrario, la reafirmación de lo singular frente a lo universal, el valor
de la competitividad característico de la sociedad actual, deja sin efecto el principio de igualdad y exige su
reformulación.