Han pasado seis años desde que el agente Myron Bolitar hizo de superhéroe. En seis años no ha dado ni un
puñetazo. No ha tenido en la mano, y mucho menos disparado, una pistola. No ha llamado a su amigo Win, el hombre más
temible que conoce, para que le ayude o para que le saque de algún lío. Todo eso está a punto de cambiar... debido a
una promesa. El año académico está llegando al final. Las familias esperan con ansia noticias de las universidades. En
esos últimos momentos de tensión del instituto, algunos chicos cometen el muy común y muy peligroso error de beber y
conducir. Pero Myron está decidido a ayudar a los hijos de sus amigos a mantenerse a salvo, y hace que dos chicas del
vecindario le hagan una promesa: si alguna vez están en un apuro pero temen llamar a sus padres, le llamarán a él. Unas
noches después, recibe una llamada a las dos de la madrugada, y fiel a su palabra, Myron recoge a una de las chicas en
el centro de Manhattan y la lleva a una apacible calle sin salida de Nueva Jersey donde ella dice que vive su amiga. Al
día siguiente, los padres de la chica descubren que su hija ha desaparecido. Y que Myron fue la última persona que la
vio. Desesperado por cumplir una promesa bien intencionada convertida en pesadilla, Myron se esfuerza por localizar a
la chica antes de que desaparezca para siempre. Pero su pasado no es tan fácil de enterrar, porque los problemas
siempre le han perseguido. Ahora Myron debe decidir de una vez por todas quien es y a que va a enfrentarse si quiere
conservar la esperanza de salvar la vida de una jovencita.