A Beck se le plantea un caso complejo y delicado. Viktor Palmgren es un magnate sueco al que se le conocen
muchos negocios legales y se le suponen otros tantos, más subterráneos y de dudosa moralidad, que le proporcionan
cuantiosos beneficios. Su inmensa riqueza le ha convertido en un mito. Un día, en el transcurso de una cena en el Savoy,
es asesinado de un disparo en la nuca. Las connotaciones políticas y económicas de este crimen exigen una
investigación meticulosa en la que el policía debe andar con pies de plomo. Nadie es capaz de describir al asesino y el
análisis balístico es poco esclarecedor. El policía deberá enfrentarse, además, a una intriga para la que los métodos
detectivescos no tienen solución: ¿puede un crimen ser justo?