El retrato de Dorian Gray, la única novela que escribió Wilde, fue, probablemente, una de las obras más discutidas y escandalosas del ya discutido y escandaloso Oscar. En ella Wilde alcanza el punto culminante de sus teorías, decidiéndose ya por una total estética decadente, el triunfo del arte como artificio, frente a la naturaleza. Pero hoy sigue siendo la más viva y ágil de las "novelas decadentes", una incitación a la báquica gloria del paganismo y un perfecto autorretrato de su autor, a través de los tres protagonistas fundamentales. Edición especial con sobrecubierta y tinta metalizada.