Entre 1939 y 1940, tras la división de los territorios del este de Europa entre la Unión Soviética y la Alemania nazi que siguió al Pacto Ribbentrop-Mólotov, el pueblo polaco de Volodímir-Volinski en el que vivía Janusz Bardach quedó bajo poder soviético. Después de ser llamado a filas para cumplir con el servicio militar, Bardach se incorporó a una unidad de carros de combate. Cuando al inicio de la invasión nazi de la Unión Soviética el tanque que conducía volcó, un compañero le acusó de haber provocado el incidente; aunque fue condenado a muerte, consiguió rebajar su condena a diez años de trabajos forzados y fue enviado a Kolimá (Siberia).
El hombre, un lobo para el hombre relata el periplo de Bardach por el Gulag soviético hasta llegar a Kolimá y sus experiencias como leñador, minero y finalmente enfermero en un campo de trabajo. Pero el libro es más que la narración de los sufrimientos a los que tuvo que hacer frente, es también una reflexión sobre la voluntad de supervivencia y sobre cómo preservar la humanidad cuando no hay rastro de humanidad alrededor. Tras su publicación en el año 1998 fue inmediatamente reconocido como un testimonio fundamental del Gulag soviético.
«Un testimonio ejemplar, terrorífico y conmovedor.» Martin Amis
«Entre el vasto anaquel de literatura alumbrada por los supervivientes de la gulag, las memorias de Bardach ocupan un lugar especial como uno de los relatos más vívidos e intensos.» Stanley G. Payne (Revista de Libros)
«Este libro despierta recuerdos y emociones largo tiempo olvidadas de la época que viví bajo el régimen comunista. Lo he leído convertido en un lector diligente que añade muchas notas mentales al pie sobre sus experiencias de aquellos años.» Czeslaw Milosz