Una mujer divorciada regresa al hogar de su infancia y evoca la compleja relación de sus padres; un
accidente casi fatal de un niño revela la fragilidad de la confianza entre pequeños y mayores; un joven recuerda un
terrible incidente de infancia que ha marcado la relación con su hermano... Con estos y similares argumentos, Alice
Munro se adentra en sus personajes y los analiza con la sensibilidad y la compasión que la caracterizan, para plantear,
al cabo, sus recurrentes preocupaciones: la mortalidad, el desconcierto ante los inexplicables caminos del destino,
cómo las personas se engañan a sí mismas en nombre del amor.