¿Qué haríamos cualquiera de nosotros si uno de nuestros hijos fuera secuestrado? El doctor Seidman, un
cirujano plástico especializado en niños, se despierta de pronto
¿después de doce días en coma en la cama de
un hospital. Ha sobrevivido a los disparos que recibió en su casa la mañana en que su hija Tara, de seis meses, fue
secuestrada y su mujer asesinada. Él es el sospechoso. A partir de entonces, este hombre acorralado por los recelos de
la Policía, e inmerso en un sinfín de sentimientos contradictorios y dudas, se ve empujado por el escalofriante mensaje
de quienes le exigen el rescate ¿«Si te pones en contacto con las autoridades, desapareceremos. No habrá otra
oportunidad.»¿, a sortear todo tipo de obstáculos para encontrar a su hija. No puede hablar ni con la Policía ni con el
FBI. No sabe en quién confiar. Seidman no descansará.
Una vez más, el estilo clásico y directo, la riqueza de
los diálogos y su capacidad de Coben para transmitir historias creíbles hacen que uno se sienta atrapado ¿casi
involucrado¿desde la primera página. Ésta es, sin duda, una de sus mejores novelas