Un festín de inteligencia, humor y fantasía en el que, entrelazadas con el diálogo de Jacques con su amo, se narran un sinfín de aventuras, historias galantes y sabias reflexiones.
«Se puede prescindir del Diderot dramaturgo; se puede, en rigor, comprender la historia de la filosofía sin conocer los ensayos del gran enciclopedista; pero la historia de la novela permanecería incomprendida e incompleta sin Jacques el fatalista.»
MILAN KUNDERA