La lechuza ciega, obra maestra de la literatura iraní del siglo XX, tuvo que escapar de la censura del Irán anterior a la guerra e imprimirse en India, de forma precaria (una exigua tirada en multicopista), en 1936. En 1941 se publicó por entregas en la revista Iran y hasta años después no fue editada como libro. Supuso un verdadero escándalo en la sociedad iraní, pero contó desde el primer momento con apasionados defensores, entre los que se contaba André Breton. Sadeq Hedayat reproduce en sus páginas el universo alucinado de un fumador de opio que, obsesinado por la imagen de una mujer, se ve inmerso en una realidad ajena, fuera del tiempo y del espacio. Las imágenes creadas por Hedayat, siempre macabras y oníricas, muestran una atormentada e inquietante fascinación por la muerte, muy cercana a las mejores páginas de Poe. Sadeq Hedayat nació en Teherán en 1903 y cursó sus estudios en Francia, donde publicó sus primeras obras. Su formación europea y su profundo interés por las tradiciones iraníes le convirtieron en el primer autor moderno de su país. En Teherán se sumió en la desesperanza y el escepticismo tras su desalentadora militancia en el partido Tudeh. publicó tres volúmenes de relatos, penetrantes estudios de las costumbres y supersticiones de su pueblo, tradujo textos clásicos y realizó valiosos trabajos sobre el folklore iraní. Decepcionado ante un universo que consideraba absurdo y cruel, rechazó la celebridad que le proporcionaron sus obras. En esos años su única ilusión era regresar a París, donde se suicidó en 1951 a los 48 años.