Kate Grey no se siente a gusto en Inglaterra. Acostumbrada a la sencillez y a la libertad de su tierra, no logra comportarse como una desvalida dama inglesa. Cuando conoce al marqués de Richfield, un hombre atractivo, acostumbrado a tratar a las mujeres como si fueran juguetes, Kate se promete a sí misma que no participará nunca en su juego de seducción.
UNA BELLEZA DESAFIANTE
Tras haberse enfrentado a los peligros de una tierra salvaje, no existía ningún hombre que Kate no fuera capaz de manejar... o eso había creído hasta que se encontró en Inglaterra, en presencia del turbador marqués de Richfield. Diabólicamente atractivo, arrogante y acostumbrado a mandar, Alexis la atraía y la desarmaba; pero había demasiadas mujeres en su vida, y Kate juró que nunca sería una más.
UN HOMBRE ATORMENTADO
Para lord Alexis de Granville, las mujeres eran una diversión y las trataba siempre a su antojo. Pero la encantadora Katherine Grey, con sus francas maneras norteamericanas, se negaba a entrar en el juego y lo irritaba con su desdén. Pero al fin Alexis, en un castillo acosado por la traición, llegaría a hacer cualquier cosa, a enfrentarse con cualquiera, para conseguir que Kate lo deseara tanto como él la necesitaba a ella.