Edward Turnbull es un representante de comercio sin suerte que un día conoce por casualidad a Amelia
Fitzgibbon, pariente de un conocido inventor. De visita en su casa, Amelia le enseña el último invento de sir William:
la máquina espacial, y le sugiere que la tomen prestada para un corto viaje. Esta imprudencia desencadena toda una
serie de acontecimientos nefastos que los lleva a un futuro cercano y a un rincón de la campiña, que creen que es la
tierra del futuro, pero que en realidad es el planeta Marte, que está a punto de lanzar un ataque contra la Tierra.