La vida de David Copperfield, marcada por la adversidad, pero también por la fortuna y por su voluntad de
hacer las cosas bien, es el eje central de una de las novelas más populares del siglo XIX. Dickens siempre reconoció
que, de entre todas las que escribió, esta era su obra predilecta, no solo por el grado de perfección de los resultados
logrados, sino porque reflejaba su carácter y su personalidad como ninguna otra de sus narraciones, al utilizar
elementos autobiográficos y al comulgar con la filosofía vital de su protagonista.