En este volumen de cuentos marcados por el existencialismo, la ambigüedad, la nostalgia, el amor liberador
y la obsesión por rellenar los huecos del pasado y de la memoria, aparece siempre Santa María como telón de fondo,
alimentándose y creciendo con los dramas y las historias de los recurrentes personajes sanmarianos, aunque también la
ciudad misma va imponiendo su fantasmagórica presencia, calando imperceptiblemente en sus habitantes.