Los planes no siempre salen bien. Cuando William «Kid» Collins, una antigua estrella del boxeo, se escapa
del centro psiquiátrico donde está recluido, nada le hace pensar que la vida allí afuera puede ser de locos. Con una
conducta gravemente dañada por los golpes recibidos a lo largo de su carrera profesional, Kid bascula entre su
exquisita amabilidad natural y sus repentinos brotes de violencia que le convierten en una máquina de matar. En su
nuevo camino se cruzará la bella Fay, quien, junto a su socio, convencerá a Kid para dar el golpe perfecto: secuestrar
a un inocente niño y vivir del rescate que esperan sacar de sus padres. Pero no será tan fácil: el niño es diabético y,
a menos que le inyecten puntualmente su dosis de insulina, puede morir en sus brazos...