«Ayyan Mani llevaba el espeso pelo negro peinado hacia un lado, dividido por una raya irregular hecha sin cuidado, como la línea divisoria que los británicos solían trazar entre dos barrios enemigos. La mirada era penetrante y sagaz. Un poblado bigote ocultaba su permanente sonrisa. Un hombre moreno vestido con pulcritud, pero con ropa un tanto barata». Ayyan trabaja en el Instituto de Teoría e Investigación Mumbai. Es el asistente personal de un insufrible astrónomo y director del instituto, Arvind Acharya que está obsesionado con la teoría de que microscópicos extraterrestres caen continuamente a la Tierra desde el cielo. Atrapado en una vida anodina sabe que no puede escapar de su realidad, por lo que para entretenerse y alegrar la vida de su mujer adicta a las telenovelas, teje una ficción en torno a su hijo de diez años que provoca una cadena de acontecimientos extraordinarios que es incapaz de detener. Por otro lado, una guerra se gesta entre los científicos rivales en el Instituto y una hermosa astrobióloga complica aún más las cosas. Él sigue de cerca los acontecimientos e inventa una forma de promover su propia causa.