En el sótano de una pizzería de Montreal encuentran los esqueletos enterrados de tres jóvenes que parecen
haber sido brutalmente asesinadas. El dueño del local, que también ha hallado unos botones del siglo XIX junto a los
restos humanos, cree que se trata de un crimen que ya ha prescrito. Luc Claudel, inspector de homicidios, secunda esta
opinión y desestima el caso. Pero la antropóloga forense Temperance Brennan, que ha acudido a Montreal para declarar
como perito judicial, decide examinar los huesos y descubre que el crimen es más reciente de lo que parece. Ante la
pasividad de las autoridades canadienses, Brennan tomará las riendas de una investigación que la involucrará cada vez
más hasta hacer tambalear los cimientos de su fría óptica profesional.