Aunque mis amigos creen que soy una persona increíblemente valiente por todas las cosas extrañas que hago,
en realidad es todo fachada. Soy una de las personas más cobardes que han pisado la faz de la tierra; sin duda, la más
cobarde que la ha pisado dos veces. Para las cosas importantes no soy más que una niñita asustada. La policía podía
estar allí, rodeando a mis amigos (o algo peor) y, ¿qué hacía yo? Esconderme, ocultarme entre los arbustos para que no
me vieran. Siempre escondida, así es la señorita Karen DeSonne.