Desde que Robbie, el dios Sexy, se marchó a Nueva Zelanda, la vida de Georgia es un desastre. Mientras él parece estar cada vez más interesado en las ovejas de Kiwilandia, ella sufre todo tipo de calamidades: le está saliendo un enorme grano en la mejilla, su padre se ha comprado un ridículo coche de tres ruedas, su mejor amiga está tan ocupada con su novio que no tiene tiempo para ella y, por si fuera poco, Dave el Risas, que la inició en el Cachondismo Cósmico, sale con otra chica. En fin, que todo marcha fatal hasta el día en que aparece el nuevo cantante de los Dylans Salvajes. Se llama Masimo, es italiano, monta una vespa plateada y, encima, está como un queso. El corazón de Georgia vuelve a latir de nuevo y, ante la feroz competencia, deberá echar mano de sus mejores recursos, incluidos un libro de autoayuda sobre cómo conquistar al chico más difícil, un sujetanungas superreforzado y unas enormes e impresionantes pestañas postizas.