Valentin, nieto e hijo de artistas, director del famoso Circo Samani, recibe una inesperada carta de Nabil Schahin, íntimo amigo de la infancia y riquísimo arquitecto, en la que éste le expresa su último deseo: que él y su circo acudan a su país y lleven de gira su espectáculo de ciudad en ciudad. A sus sesenta años, y gracias al apoyo económico de Nabil, Valentin Samani por fin podrá saldar sus deudas, emprender un ansiado viaje a Oriente y ver cumplido el doble sueño de su vida: visitar Ulania, la tierra de sus antepasados, y terminar de escribir su gran novela de amor. Como en otra de sus novelas, Narradores de la noche, en este relato Rafik Schami consigue cautivar al lector mediante un vivísimo lenguaje, lleno de ingenio, voz propia, misterio y colorido oriental, en el que la originalidad de lo narrado se conjuga hábilmente con la sabiduría del saber contar.