Desde sus inicios, la naturaleza apasionada de Teresa de Ávila, y su intensidad y energía, la llevaron a ser una mujer determinada a lograr todo lo que se propusiera. Teresa era una fi rme hija de la Iglesia y de su época, y eso la convertía en una suma muy humana de contradicciones: fue una organizadora práctica y efi ciente y, al mismo tiempo, no dudaba en saltarse las reglas de la vida monástica con el fi n de conseguir sus objetivos, mientras iba un paso por delante de la Inquisición. En esta historia fascinante, la autora nos muestra una Santa Teresa más compleja y a la vez más cercana de cómo nos la han presentado hasta ahora. Nos muestra a la mujer piadosa y mundana bajo la luz de la secular iconografía de la Santa.