Este bello libro, con ilustraciones de Asunción Balzola, supone la recuperación de un clásico de la literatura de los años sesenta. Las noches del gato verde (1963) no es un relato infantil: es un relato para niños. Y para los que no lo son tanto. Es además una historia de niños, de animales y de circunstancias escrito por una autora que creía en los niños, adoraba a los animales y vivía las circunstancias. A Elisabeth Mulder, el animal que menos afecto le inspiraba era la serpiente, y quizá por eso una de ellas se convirtió en protagonista de esta historia. Es Palmira, una serpiente grandota, mansa y casi humana. La sucesión de personajes, niños, adultos o animales, sus vidas, sus relaciones y sus sueños hacen que esta obra siempre merezca una segunda lectura.