Corre el año 1940. En una Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial, las bombas caen sobre Londres. Al
otro lado del océano, el presidente Roosevelt ha prometido a sus compatriotas que no enviará a sus muchachos a luchar a
los frentes extranjeros. La periodista Frankie Bard, la primera mujer que informa del conflicto bélico desde las
trincheras, insiste en mandar a Estados Unidos noticias sobre la gravedad de la situación, convencida de que sólo la
intervención norteamericana puede acabar con la guerra. En Franklin, una pequeña ciudad de Cape Cod, Iris James, una
empleada de correos, soltera y madura, sigue las retransmisiones radiofónicas de Frankie. Sabe que es cuestión de
tiempo que su país intervenga en la Segunda Guerra Mundial. Está enamorada en secreto de Harry Vale, el mecánico del
pueblo. También siguen las informaciones de Frankie Will Fitch, el médico de Franklin, y su flamante y embarazada
esposa, Emma. Con la promesa de volver al cabo de seis meses, Will parte como voluntario a Europa. Por su parte, una
conmocionada Frankie abandona el frente y se retira a Cape Cod, donde conoce a Iris y a Emma. Pronto los destinos de
estas mujeres tan diferentes se entrelazan, y una carta marcará para siempre la vida de las tres.