Cuando en los años setenta dos ladrones asaltan un banco matan a un niño durante su huida. Años después,
uno de los atracadores muere asesinado. Su compañero en el atraco, convencido de que él será el siguiente, intenta
adelantarse y matar a quien sospecha debe ser el verdugo: David Miralles, padre del niño. La intervención del inspector
Méndez, un policía a punto de jubilarse de métodos poco ortodoxos, será decisiva para resolver el caso. Una trama
sólida, redonda, contada con maestría, donde conviven la sordidez más extrema, la ternura detrás de los gestos, la
miseria humana, la generosidad, la tragedia y el humor.