La conquista de América ha dejado un rostro de ambiguas relaciones entre España y sus antigus virreinatos de ultramar, las ahora independentes repúblicas hispoamericanas.
Los personajes de La seducción de Hernán Cortés viven esa ambigüidad que va del amor al odio, del abrazo del rechazo.
Un republicano español exiliado en méxico se debate entre sus nostalgia por España, donde ha dejado a su mujer y a su hijo de pocos años, y el atractivo de su sensual unión con una indígena mexicana, de la que tiene dos hijos.
Cuando por fin el exiliado republicano vuelva a España, se ahoga en la atmósfera de fanatismo relgioso creada por su amargada mujer, y su nostalgia por España se convierte en nostalgía por México.
Años más tarde, su nieto español va a estudiar a la Universidad de California, en Berkeley. Al otro lado de la bahía, en San Francisco, lucha por sobrevivir el nieto mexicano, uno más entre los miles de inmigrantes ileales que cada año " se van al Norte" para escapar de la pobreza.