¿Se puede querar y odiar a alguien a la vez?
La verdadera historia de Sandra contada por ella misma...
El día que conocí a Culebra andaba por la ciudad sin rumbo. Había perdido a mi familia, mi hogar y todo lo que hasta entonces era importante para mí, pero él me aseguró que podía ayudarme. Desde el primer momento lo tuve claro: Culebra era un bocazas y un caradura. Pero hay algo más de él, algo que todavía no sé explicar, que me atrapó desde el primer momento...