En el País de las Hadas no hace ni frío ni calor, el tiempo pasa y no pasa nunca, y el poder de la magia es tan gr ande que todo el mundo parece feliz. Nunca hay peleas ni llantos, todo está ordenado y siempre nuevo, y reina una paz que mar avillaría a cualquier humano. Pero entre todas las hadas destaca una que es diferente, a quien le aburren los pasteles de cosquillas, el silencio y el orden, y que anhela ir a la escuela, probar las patatas chips y jugar a la pelota. ¿Todavía no la conoces? ¡Es Hadapaca!