Este libro estudia las mutaciones frecuentes a las que se vieron sometidas las monedas en Europa durante los siglos XVI y XVII, ya en la nomenclatura, ya en su soporte material como consecuencia de las necesidades financieras de los estados y de las exigencias de las fuerzas económicas privadas del momento. Más concretamente, da a conocer cuáles fueron las modificaciones realizadas en las características de las monedas preciosas tras el descubrimiento y explotación de los yacimientos mineros americanos, cuáles fueron los problemas más comunes ligados a la acuñación de la moneda fraccionaria -tales como la regulación de su cantidad, su circulación en territorios vecinos, su masiva falsificación, su progresivo deterioro-, las inestables relaciones entre los dos tipos de monedas -que convertían en inútiles los esfuerzos por parte de las autoridades para regular los niveles de cambio- y, por último, analiza cuáles fueron los efectos de la devaluación monetaria sobre la recaudación de impuestos y sobre las distintas formas de crédito entre particulares, que tuvo en los pleitos su mejor expresión. Estudio que ha sido realizado teniendo como referencia las decisiones y los acontecimientos monetarios que se sucedieron en el reino de Castilla, en el reino de Francia, en el ducado de Milán y en la república de Génova.