En esta extensa y bien ilustrada historia de las Islas Británicas, desde los tiempos prerromanos hasta el siglo XX, Hugh Kearney intenta demostrar que la historia de Inglaterra, si bien de gran importancia, es sólo un componente de una historia de mayor envergadura, una “historia de cuatro naciones”. Por ejemplo, la emigración en el desarrollo histórico de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos provenía de las Islas Británicas en su totalidad, no solamente de Inglaterra. El profesor Kearney mantiene que no tener en cuenta esta dimensión de más alcance puede deformar nuestra visión del pasado y obstaculizar nuestra comprensión del presente.