La Unión Europea se amplía, pero la afirmación de las identidades nacionales no se debilita. En realidad, es la sustancia misma de la historia de Europa que sigue manifestándose, pues siempre se han producido tensiones y compromisos entre las ambiciosas construcciones políticas (empezando por el imperio de Carlomagno) y la irreductible diversidad cultural de las poblaciones afectadas.
"Un análisis inteligente y seductor de los pueblos de Europa occidental, en su doble dimensión geográfica e histórica, desde los reinos bárbaros hasta la Unión Europea. Un espacio abierto a todas las migraciones y a todas las aventuras, jamás estabilizado, tal vez en vías de llegar a ser."
Le Monde