Mediante una larga serie de aforismos, Ignacio Gómez de Liaño nos ofrece su punto de vista sobre ciertos asuntos clave de la historia de la filosofía: el yo y el mundo, lo real y lo imaginario, el conocimiento y la emoción, el lenguaje y los símbolos, la poesía, la religión y las artes. Una de las principales aportaciones de este libro consiste en proponer, como complemento del «discurso lógico», que ha sido y seguirá siendo característico del pensamiento filosófico occidental, el «decurso mnemónico», a fin de llevar a cumplimiento el proyecto original de la filosofía. Sólo volviéndose ciencia en toda su plenitud, puede la filosofía –según Gómez de Liaño– iluminar las formas más elevadas de nuestra cultura y convertirse, ella misma, en metodología de las formaciones anímicas y espirituales. Por su carácter excepcional, estas Iluminaciones filosóficas proponen una refundación de la filosofía de cara al nuevo siglo, planteando la necesidad de comenzar una nueva era con nuevos planteamientos filosóficos.